Resumen
Con el “giro lingüístico” de finales del siglo XIX, retomado de modo insólito por el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein en sus escritos de madurez, gran parte de las cuestiones epistemológicas se “disuelven”, con implicaciones para la investigación educativa. Entre las cuales, está la descripción gramatical de los conceptos fundamentales en el campo educativo llevada a cabo por los filósofos analíticos de la educación. Tengo la intención de señalar otras implicaciones posibles de la terapia wittgensteiniana, que a mi juicio, permiten un tratamiento distinto de aquel de la rama analítica para los problemas filosóficos de la educación. Mientras que el movimiento analítico sigue atrapado a una concepción referencial del lenguaje, la terapia de Wittgenstein tiene en cuenta la multiplicidad del funcionamiento de nuestras expresiones lingüísticas, aclarando las confusiones que surgen del uso dogmático de conceptos tales como la enseñanza, el aprendizaje, la comprensión, la evaluación, entre los demás. Esta terapéutica evita actitudes dogmáticas en el campo educativo, como por ejemplo, relativiza los supuestos epistemológicos que subyacen a las prácticas pedagógicas e aclara los usos que se hacen de estos conceptos en teorías guiadas por el mito de la eficiencia, los cuales reducen la enseñanza a una resolución de problemas demandados por una sociedad que ni siquiera es problematizada. Como si no hubiera “valores” detrás de estas demandas, que pueden conducir el mundo a la ruina, y que podrían ser cambiados. La terapia revela que las normas que seguimos para el empleo de nuestros conceptos son de naturaleza convencional, puesto que somos nosotros que tenemos que les atribuir una necesidad. Especialmente en el campo de la educación, este aclaramiento conceptual desde la terapia filosófica señala prácticas pedagógicas que no se reducen a iniciar el estudiante en nuestro patrimonio cultural, sino que tiene como preocupación central la formación de un estudiante crítico y capaz de inventar nuevas reglas, evitando así los prejuicios que resultan de un uso dogmático de nuestros conceptos.
Referencias
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